En 2014, Carmen Sánchez, habitante del municipio de Ixtapaluca, Estado de México, vivía una relación de años con su pareja Efrén, que de un tiempo para entonces comenzó a portarse abusivo y alarmantemente violento. Sin embargo, Carmen nunca imaginó que el hombre con quien había compartido una relación íntima pudiera convertirse en un criminal feminicida, dispuesto a arrojar ácido en el rostro de Carmen para acabar con su vida.
Después de una batalla por recuperar su salud y remar contra corriente para obtener justicia, Carmen, logró que su violentador, Efrén, fuera detenido después de gozar de más de 2 mil días de libertad e impunidad tras la agresión feminicida que cometiera contra ella. Hoy, 11 de Mayo, se celebrará en el Penal de Chalco, Estado de México, la primera audiencia del juicio oral contra Efrén, el criminal que atacó con ácido a su ex pareja Carmen para intentar asesinarla, por lo que diversas colectivas y activistas se estarán dando cita en ese lugar a partir de las 10 de la mañana a manera de protesta pacífica contra la impunidad que impera en los casos de violencia feminicida y para exigir a las autoridades que se aplique la pena máxima para Efrén.
Los ataques con ácido representan una de las formas de violencia feminicida más extremas puesto que sus efectos pueden terminar con la muerte de las víctimas y en caso de sobrevivir, ellas quedan con una precaria condición de salud derivada de las quemaduras y lesiones que se generan en su piel, sin dejar de lado el profundo daño psicológico que implican, por lo que les es muy difícil continuar con su vida normal.
Carmen Sánchez, una sobreviviente convertida en activista, hoy lucha desde su fundación para ayudar a otras mujeres que han sido víctimas de esta forma de violencia, acompañándolas en la búsqueda de ayuda dentro de sus procesos legales, psicológicos y médicos, siendo el caso que en este país, las cirugías para la reconstrucción de los rostros de las victimas de ataques con ácido no se encuentran contempladas dentro del catálogo de servicios que brinda el Estado de manera gratuita por considerarse absurdamente como cirugías estéticas. Dentro de la importante lucha que Carmen emprende hoy, busca que el estado se responsabilice y coadyuve garantizando la atención médica de emergencia y reconstructiva para las victimas de ataques con ácido, así como promover una política de impunidad cero contra los agresores con ácido.
Su lucha, es la lucha de todas las mujeres. Justicia para Carmen.