El Enfoque de Género y Cultura de Paz en Ecuador dentro del Ámbito de Seguridad

La seguridad nacional, tanto interna como externa, ha sido histórica y orgánicamente trabajada desde una visión masculinizada en la Policía Nacional y en las Fuerzas Armadas

por La Costilla Rota

#Amassuru  #MujeresEnSeguridad

Por Sara Mantilla y Paola Vargas

*Este artículo examina la intersección entre la seguridad, el enfoque de género y la cultura de paz en Ecuador, se explora cómo las iniciativas han abordado la violencia de género y la participación de las mujeres como entes estatales.

La seguridad es uno de los elementos vitales para el desarrollo sostenible de cualquier país en Latinoamérica; Ecuador no es la excepción. La seguridad nacional, tanto interna como externa, ha sido histórica y orgánicamente trabajada desde una visión masculinizada en la Policía Nacional y en las Fuerzas Armadas. Estas dos instituciones operan actualmente como actores de control del crimen organizado a nivel externo-sí, ya hay un funcionamiento híbrido-como lo es la amenaza-de unas FFAA con la capacidad legal de operar de la misma manera que la PN, sin que ese modo de operación sea excluyente del Ministerio del Interior. (Constitución 2008). 

Además, esto se ha desarrollado sin una reflexión sobre las relaciones de género que han trabajado y continúan trabajando de manera diferenciada en beneficio y en contra de los hombres y las mujeres. Sin embargo, a lo largo de las últimas dos décadas en particular, ha habido una mayor conciencia de la necesidad de desarrollar un enfoque de género en las

políticas de seguridad como una forma de enfrentar adecuadamente los diferentes tipos de violencia y discriminación a las que se ven sometidas las mujeres.

La Ley de la Mujer que fue promulgada por la Asamblea (Asamblea 2018) abrió la puerta a la pregunta de pertinencia no para ser pronunciada como requisito institucional sino de la sociedad es decir obligatio ob rem; hacer de dichos imperativos algo intrínseco a uno mismo y hacer de esos valores y objetivos un asunto principal hacia la consecución de un verdadero y completo cumplimiento del contrato social con la importante tarea de darle un puesto central al personal femenino – no solo como el sector a proteger – en términos de hacerlo un actor implementador y legislador de la seguridad. 

Desde el año 2000, Ecuador comenzó a implementar una serie de políticas y programas orientados a mejorar la seguridad desde una perspectiva de género; la Constitución 2008, que enfatiza el derecho y la necesidad de la inclusión de personal femenino, así como el poder y la responsabilidad del estado para la inclusión en los cuerpos policiales del país, es el hito más preciso y relevante hasta la fecha al citar en un marco referencial de género y generacional (Constitución 2008); el reconocimiento a través de leyes de tipificación de la Violencia contra las Mujeres son hitos importantes que crean una base legal para la erradicación de la violencia de género en tanto que esta ley reconoce los diferentes tipos de violencia entre ellos la física, psicológica, sexual y económica y crea mecanismos para la protección y asistencia a las víctimas.

Esta incorporación de las mujeres en  las fuerzas de la seguridad era una parte fundamental de la implementación de políticas estatales y de seguridad pública con enfoque de género que tenía como objetivo promover e, incluso, crear la perspectiva de género en las operaciones coordinadas no solo entre los trabajadores de la seguridad, sino también con otras instituciones estatales para el logro de los objetivos de todo un estado. Esta visión es la de un nivel macro y con una agenda de largo alcance desde 2018: los Objetivos del Milenio y los actuales Objetivos de Desarrollo Sostenible (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo 2015) alineados a ello se desarrollan cada una de las políticas públicas a nivel mundial.

La Cultura de Paz se entrelaza con el enfoque de género en la seguridad al promover valores de respeto, igualdad y no violencia. En este contexto, la inclusión de las mujeres en las fuerzas de seguridad no solo responde a una necesidad de equidad, sino que también contribuye a la transformación de estas instituciones, haciéndolas más inclusivas y humanas. La Cultura de Paz fomenta el diálogo, la colaboración y el entendimiento mutuo, elementos esenciales para construir una sociedad segura y justa. Implementar políticas de seguridad con enfoque de género desde la perspectiva de la Cultura de Paz significa abordar no solo la protección física, sino también la creación de un ambiente social en el que todas las personas, independientemente de su género, puedan vivir sin temor a la violencia o la discriminación.

La resolución pacífica de conflictos es otro pilar fundamental de la Cultura de Paz que puede fortalecer el enfoque de género en la seguridad. Este enfoque no solo mejora la efectividad de las intervenciones de seguridad, sino que también promueve un cambio cultural dentro de las fuerzas de seguridad, donde la empatía y el respeto por los derechos humanos se convierten en principios rectores. Al integrar estos valores en las prácticas diarias, Ecuador puede avanzar hacia una seguridad más inclusiva y equitativa.

La Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aboga por la integración de una perspectiva de género, incluyendo las necesidades específicas de las mujeres y las niñas, en los diversos procesos de DDR* y en las actividades de acción y/o asistencia humanitaria durante y después de un conflicto; ha brindado la oportunidad para que las mujeres en las FFAA y la Policía nacional sean proveedoras de seguridad no solo en el país sino también fuera de él, es decir, globaliza la nueva potencia y sobre todo la responsabilidad de las mujeres como usuarias de la fuerza para proteger a las mujeres-no «más débiles» sino – que aun no expresan su verdadera fuerza.

En el Ecuador, la visión de género en la seguridad ha tratado de promover la inclusión de las mujeres en la Policía y las Fuerzas Armadas, sin embargo, todavía hay una serie de problemas como el acoso y la discriminación sexual en dichas instituciones, que no hace de este un mal ejemplo, sino más bien: es una alerta de la resiliencia y fortaleza que debe tener el género femenino para poder levantarse de tragedias y aun así no caer en la categoría de víctimas ni en la triste realidad de compañeras de presuntos victimarios, sino más bien elevarse a la posición de la propia defensora sobre la agresión normalizada primero de ellas mismas y segundo de las mujeres en grupos vulnerables bajo su mando; o sea, que la mujer dentro de la visión de poder y uso de fuerza debe ser el doble de fuerte, el doble de feroz, el doble de resiliente y el doble de leal por sí misma y por todas las demás.

Esto no lo hace un elemento distópico sino uno que activa, y sobre todo enriquece, la naturaleza masculinizada de su ambiente, convirtiéndolo así en algo más humanitario casi por ósmosis; por otro medio como lo diría Beauvoir «la mujer no nace se hace» (Beauvoir 1949) es decir: la construcción de la mujer de sí misma como elemento de la seguridad.

Por lo tanto, la política de seguridad con enfoque de género y cultura de paz en Ecuador es un campo en crecimiento con muchos logros, así como desafíos. Algunos de los logros en temas de participación de la mujer en la seguridad y la violencia de género son la implementación de la legislación pertinente y su programa. Pero mucho más necesita hacerse para fortalecer estos esfuerzos y romper las barreras persistentes que impiden que la seguridad realmente inclusiva equitativa y real sea verdaderamente transformadora, cambiando el marco social existente hacia una cultura de paz.

*Desmovilización, desarme y reinserción.

Recomendaciones

  1. Fortalecer la Implementación de Leyes: Asegurar la aplicación efectiva de la Ley Orgánica Integral para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres mediante la capacitación continua de las fuerzas de seguridad y el sistema judicial.
  2. Promover la Educación y Conciencia de Género: Implementar programas educativos a nivel comunitario y nacional para desafiar las normas de género y promover la igualdad.
  3. Aumentar la Representación de Mujeres en las Fuerzas de Seguridad: Establecer políticas de reclutamiento y retención que fomenten la participación de mujeres en todos los niveles de las fuerzas de seguridad.
  4. Crear Mecanismos de Monitoreo y Evaluación: Desarrollar sistemas para evaluar el impacto de las políticas de seguridad desde una perspectiva de género y ajustar las estrategias según sea necesario.
  5. Fomentar la Cultura de Paz: Implementar programas de capacitación dentro de las fuerzas de seguridad. Promover el respeto, la empatía y la colaboración como principios fundamentales para crear un ambiente inclusivo y respetuoso de los derechos humanos.

Referencias

Asamblea. (2018). Ley de para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres. Quito: Asamblea del Ecuador.

Beauvoir, S. D. (1949). «El Segundo Sexo». Paris: Gallimard.

Consejo de Seguridad. (2000). Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. New York: Naciones Unidas.

Constitución. (2008). Constitución Política de la República del Ecuador. Manabí : Asamblea Constituyente.

Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). (2020). La seguridad y el enfoque de género en América Latina.

Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). (2021). Estadísticas de violencia de género en Ecuador

Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. (2015). Objetivos de Desarrollo Sostenible. New York: Naciones Unidad.

 

Foto: Cortesía de Amassuru

El artículo titulado » El Enfoque de Género y Cultura de Paz en Ecuador dentro del Ámbito de Seguridad » ha sido elaborado por Sara Mantilla y Paola Vargas, quienes exploran la intersección entre la seguridad, el enfoque de género y la cultura de paz en el contexto ecuatoriano. Ambas escritoras son integrantes de la Red Amassuru.

La opinión de las autoras no compromete la posición institucional de Amassuru

____________________________________________________________________________________________

Somos una red de mujeres que trabajan temas de Seguridad y Defensa en América Latina y el Caribe (ALC), creada para promover el trabajo de las mujeres en el área, además de facilitar la visibilidad y los espacios de discusión en la región. Juntas, somos mucho más poderosas, por eso creemos que es central crear una red entre nosotras, en un área como la de seguridad, en la cual hemos sido segregadas históricamente. Somos una red independiente y apartidaria de mujeres que trabajamos en diversas áreas, incluyendo la investigación, la docencia, el trabajo directo en políticas públicas y prevención, el periodismo, las ONGs, los gobiernos nacionales y locales, así como en organizaciones internacionales y la academia, entre otras áreas. La red de Amassuru está enfocada en la seguridad en el sentido amplio, englobando temáticas de seguridad ciudadana, seguridad humana, seguridad internacional y justicia.

El artículo titulado « El Enfoque de Género y Cultura de Paz en Ecuador dentro del Ámbito de Seguridad » ha sido elaborado por Sara Mantilla y Paola Vargas, quienes exploran la intersección entre la seguridad, el enfoque de género y la cultura de paz en el contexto ecuatoriano. Ambas escritoras son integrantes de la Red Amassuru.

 

Loading

Comenta con Facebook

También te podría interesar

Todo el contenido de La Costilla Rota® es público y puede ser reproducido sin fines de lucro 

con el debito crédito. Para mayor información y contratación de publicidad, contáctenos: lacostillarotaoficial@gmail.com

Ir al contenido