LaCostillaRota. 22 de abril, 2025.- Una nueva modalidad de violencia hacia las mujeres ha encendido las alarmas en el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro de la Ciudad de México. En las últimas semanas, usuarias han denunciado ser víctimas de inyecciones con sustancias somníferas mientras viajan en los vagones, lo que representa una preocupante escalada en las agresiones que enfrentan las mujeres en este espacio público.
Los testimonios, que se han multiplicado a través de redes sociales y de manera informal a las autoridades, describen situaciones similares: un pinchazo repentino, casi imperceptible, seguido de mareos, náuseas, vómito y, en algunos casos, pérdida de conciencia. Al recibir atención médica, los síntomas son asociados con la administración de sedantes.
Uno de los casos recientes, difundido ampliamente en redes, relata cómo una joven sintió un piquete en el brazo mientras se encontraba en un vagón. Momentos después, experimentó un malestar intenso. Afortunadamente, la víctima logró descender del tren y buscar ayuda, evitando consecuencias mayores.
Aunque hasta el momento no existe una cifra oficial de casos confirmados por las autoridades del Metro, la creciente preocupación entre las usuarias es palpable. El temor a ser drogadas y quedar vulnerables ante posibles agresiones sexuales o robos ha generado un clima de inseguridad y desconfianza.
Ante esta situación, el STC Metro ha emitido un comunicado en el que informa no tener registros formales de estas denuncias. Sin embargo, aseguran haber instruido al área de atención al usuario para dar seguimiento a cualquier reporte y han puesto a disposición números telefónicos para brindar atención inmediata.
Colectivas feministas han manifestado su indignación ante esta nueva forma de violencia, exigiendo a las autoridades una investigación exhaustiva y la implementación de medidas urgentes para garantizar la seguridad de las mujeres en el transporte público. Se han iniciado campañas de concientización en redes sociales, alertando a las usuarias a estar atentas a cualquier sensación extraña y a buscar ayuda de inmediato en caso de sentir algún síntoma sospechoso.
Esta nueva modalidad de violencia se suma a las ya existentes formas de acoso y agresión que las mujeres enfrentan diariamente en el Metro, evidenciando la persistente falta de seguridad y la necesidad de acciones contundentes para erradicar la violencia de género en todos los espacios públicos de la Ciudad de México. La exigencia de justicia y de entornos seguros para las mujeres resuena con fuerza ante esta nueva y alarmante amenaza en el transporte colectivo.