Por Yolitzin Jaimes
Tantas historias de dolor y resistencia que quedan en el olvido muy pronto. Desde los gobiernos y sus áreas de comunicación difunden mensajes tipo: ¡Denuncia! ¡No te quedes callada! Y cuando las mujeres van a denunciar el peregrinar comienza. Exigirle pruebas a las víctimas desde la tribuna más alta del país es darle la espalda a las víctimas, desestimar una denuncia es estar contra la víctimas. Nuestro país olvida muy pronto, hoy es este tema , mañana será otro y así . NOSOTRAS NO, no olvidemos, la memoria es un ejercicio de dignidad, que la tinta violeta siga corriendo, por poco lograban engañarnos, pero habremos de contarle a las generaciones que vienen, que un 25 de marzo del 2025 en el Congreso de la Unión, exhibieron su lado más ruin, utilizar el discurso de un movimiento feminista para sus intereses cupulares. Colgarse un pañuelo violeta no es ser feminista, vestirse de morado no basta, tus acciones, tu agenda a favor de las mujeres hablará por ti. El problema no es la paridad , si en lugar de esas 251 mujeres estuvieran 251 hombres , adivinen ¿por qué hubieran votado ? Exacto, para apoyar al hombre en cuestión. Estamos indignadas porque usurparon la causa feminista , porque utilizaron las cifras de mujeres asesinadas y desaparecidas para llegar y una vez llegando siguen sosteniendo la cultura de la violación, naturalizando y legitimando la violencia sexual contra las mujeres a través de la impunidad que ejercen desde sus puestos de poder, poder al que accedieron por acciones afirmativas peleadas desde, ¿adivinan? De la lucha feminista de quienes han apostado desde ahí, mujeres que a base de sentencias y dictámenes han logrado arrancarle a los patriarcas, curules para las mujeres , aunque estos patriarcas se las ingenian para poner a sus Esposas, HIJAS, hermanas, o simple y sencillamente a mujeres que responderán a sus intereses. La autora Carole Pateman describió en 1988 al “contrato sexual” como ese pacto implícito que establece que los hombres tienen derecho sobre los cuerpos de las mujeres y que la violencia sexual es un mecanismo de control para mantener la subordinación femenina. La cultura de la violación la vivimos en cada rincón del país, por eso pega tanto este atropello , porque cuantas mujeres, adolescentes y niñas se enfrentan a agresores sexuales sin poder político sí, pero con poder cultural, porque la cultura de la violación los ampara.
¿Quieren cifras ?
En 2024, se registró un aumento del 242% en las agresiones sexuales contra niñas en comparación con años anteriores.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 4.8% de las mujeres han sido obligadas mediante violencia física o amenazas a participar en actividades sexuales no deseadas, es decir, han sido víctimas de violación sexual.
La violencia sexual en México es un problema grave y persistente que afecta principalmente a mujeres y niñas.
Celia Amorós señala que la cultura de la violación se sostiene mediante la legitimación simbólica, es decir, a través de discursos, mitos y narrativas que justifican o minimizan la violencia sexual, como la culpabilización de las víctimas y la impunidad de los agresores. Por eso estamos tan rabiosas y hartas, porque lo que pasó el 25 de marzo en San Lázaro fue una carta abierta para todos los agresores sexuales en el país, agresores con fuero o sin el.
Abracemos la memoria, sigamos señalando y salgamos a las plazas , exhibamos su complicidad, sigamos leyendo a las autoras y reflexionemos juntas lo que queremos para NOSOTRAS, pero no olvidemos , no olvidemos que el Pacto Patriarcal aunque lo vistan de violeta, al primer interés cupular se les lava
#LleguemosTodAs
#NingúnAgresorEnElPoder
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