Por Angélica de la Peña
México no es un país seguro para las mujeres y las niñas, ese fue el tono de los reclamos en las marchas del 8 de marzo. El enojo aumenta porque crece el número de mujeres asesinadas, violentadas, hostigadas, y los casos de violencia familiar enfrentan la corrupción del favoritismo para que los machos acusados, se salgan con la suya.
De manera general menciono tres hechos deleznables. La persecución a las mujeres que se atrevieron a huir y denunciar, es aterrador; lo sufren la familia, las amigas cercanas de las víctimas, y las abogadas defensoras. Todo un sistema de facto para quitarles a sus hijos e hijas a sus madres y ellas terminen encarceladas. Le dan la vuelta a la ley.
Imposible no mencionar que la Presidenta del “llegamos todas”, en su primer año cierra las puertas de Palacio a comisiones de feministas quienes tienen datos reales sobre el desastre de la inseguridad que se sobrevive. Los delincuentes se han especializado en crímenes de lesa humanidad, ya sea porque participan también agentes del Estado, o por aquiescencia. La ruta del fentanilo y el crack va de la mano con la trata de niñas y mujeres, el secuestro y el cobro de piso.
Y por último, no podemos dejar de mencionar la apología publicada en un diario de Querétaro, de un logo denigrando el característico del feminismo poniendo una suástica y llamando feminazis a las mujeres que marcharían. Los medios de comunicación permiten esta apología invocando la libertad de expresión. Pero recordemos, los nazis usaban crematorios contra las feministas también. Hoy se evidencia el horror de crematorios de exterminio en Teuchitlán, Jalisco, y antes en Tlaquepaque, Guerrero, Tamaulipas, Guanajuato, y en todo el país. Esto hacen los nazis.
Necesitamos una Presidenta con autoridad, distinta a la que justifica poner vallas metálicas para “evitar quemen la puerta de Palacio Nacional”, y dizque para proteger a las propias mujeres que marchan y a las mujeres policías que “las cuidan”.
La Secretaría de las Mujeres ha publicado una Cartilla de Derechos de las Mujeres. No basta enumerarlos, si no se acompaña de acciones concretas. Dejar de actuar con doble discurso, como en el caso de Cuauhtémoc Blanco, ex gobernador de Morelos, quien como diputado elude a la justicia gracias a que sus colegas pospusieron quitarle el fuero para que enfrente la acusación de violación. Y no extraña la solidaridad de los señores, lo tremendamente lastimoso es que una diputada con A, votase en esa Comisión a favor de la impunidad de ese señor.
¿Qué sigue? En primer lugar que la Presidenta, si realmente piensa en que representa a todas, deje de escuchar sólo a las mujeres que la lisonjean, y atienda a las madres buscadoras de las víctimas desaparecidas o asesinadas y a las víctimas sobrevivientes quienes son prueba del fracaso en el acceso a la justicia.
Ella puede seguir la inercia de sus publicistas y repetir y repetir una consigna, para darle buena calificación de su popularidad, aunque las cifras muestren la realidad que gritamos el 8M. Llamar a la unidad frente al asedio de Trump es de toma y daca.
Por cierto, no puedo dejar de observar que hoy muchos señores acompañaron las marchas del 8M gracias a que hay organizaciones de mujeres que lo permitieron con cierta inocencia. La neta del planeta, tienen 344 días en el año para consolidar su simpatía por las causas de las mujeres; veamos.
Defensora de derechos humanos