Por Jessali Zarazua
Los fenómenos climáticos extremos, como olas de calor, incendios, inundaciones y sequías, han aumentado en frecuencia e intensidad, revelando el verdadero impacto de la crisis climática en la vida cotidiana y el equilibrio global. En América Latina, varios países experimentaron temperaturas extremas: Argentina alcanzó los 43 °C en zonas como Santiago del Estero y Córdoba, afectando la salud y la producción agrícola; Brasil llegó a 42 °C en Río de Janeiro, y Chile registró hasta 40 °C en Santiago, exacerbando las sequías y los incendios.
En México, el cambio climático ha intensificado la temporada de huracanes en ambos océanos. El huracán Hilary, de categoría 4, impactó la costa del Pacífico, causando lluvias torrenciales y grandes inundaciones en Baja California y Sinaloa, donde miles de personas fueron desplazadas. En el Golfo, el huracán Katia trajo lluvias e inundaciones en Veracruz y Puebla, provocando graves deslaves. Estos eventos resaltan la urgencia de fortalecer las políticas de mitigación y resiliencia en México.
Los Impactos Diferenciados en las Mujeres: El Lado Invisibilizado de la Crisis Climática
Aunque el cambio climático afecta a todos y todas, sus consecuencias no impactan a la sociedad de manera uniforme. Las mujeres, especialmente las del Sur Global, suelen ser las más vulnerables ante los desastres naturales y fenómenos extremos, lo cual ha sido documentado en numerosos estudios. De acuerdo con ONU Mujeres, más del 70% de las personas que viven en condiciones de pobreza extrema son mujeres, lo que las hace particularmente vulnerables frente a efectos del cambio climático, tales como escasez de agua, inseguridad alimentaria y desplazamientos forzados.
Las Naciones Unidas han señalado que las mujeres y niñas representan aproximadamente el 80% de las personas desplazadas por fenómenos climáticos extremos. Esto las expone a riesgos adicionales, como violencia contra las mujeres y falta de acceso a servicios esenciales, incluyendo atención médica. En situaciones de crisis alimentaria y escasez de agua derivadas de sequías prolongadas, las mujeres son las primeras en reducir su ingesta de alimentos para asegurar que otros miembros de la familia tengan suficiente.
Datos Clave que Reflejan la Vulnerabilidad de las Mujeres
- Agricultura y Seguridad Alimentaria: Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), las mujeres representan aproximadamente el 43% de la fuerza laboral agrícola en países en desarrollo, pero tienen menos acceso a recursos esenciales como tierra, créditos y tecnología. En tiempos de sequía, esta falta de recursos limita su capacidad para cultivar, lo que afecta directamente el sustento de sus familias y comunidades. Se estima que las mujeres producen entre el 60 y el 80% de los alimentos en países en desarrollo, lo que hace que el cambio climático tenga un impacto devastador en la seguridad alimentaria de sus comunidades.
- Salud y Mortalidad: Durante eventos de calor extremo, las mujeres mayores y las niñas enfrentan tasas de mortalidad más altas debido a condiciones de salud y factores socioeconómicos. Un estudio de la OMS muestra que en una reciente ola de calor en India, la mortalidad entre mujeres en áreas urbanas densamente pobladas aumentó un 20%. Además, durante y después de eventos climáticos extremos, el acceso a servicios de salud reproductiva y prenatal suele verse interrumpido, poniendo en riesgo la salud de mujeres embarazadas y lactantes, especialmente en zonas con recursos limitados.
- Violencia contra las mujeres en Contextos de Crisis: La ONU ha señalado que esta violencia aumenta durante y después de desastres naturales. En campos de refugiados o durante desplazamientos forzados, mujeres y niñas son especialmente vulnerables a abusos, explotación y trata. En Bangladesh, donde los ciclones y el aumento del nivel del mar han desplazado a miles de personas, se han documentado altos índices de violencia contra las mujeres en las comunidades afectadas.
Ejemplos de Resiliencia y el Rol de las Mujeres en la Adaptación Climática
A pesar de nuestra vulnerabilidad, las mujeres somos agentes clave en la adaptación y mitigación del cambio climático. En muchas comunidades, somos quienes lideramos iniciativas para gestionar los recursos naturales de manera sostenible. La FAO ha indicado que cuando las mujeres tienen acceso a los mismos recursos que los hombres, la producción agrícola puede aumentar hasta un 30%, lo cual es crucial en la lucha contra la inseguridad alimentaria en un mundo afectado por el clima extremo.
Programas de adaptación que integran un enfoque centrado en las mujeres suelen ser más exitosos. Por ejemplo, el programa “Mujeres por el Clima” en África y Asia ha empoderado a miles de mujeres para adoptar prácticas agrícolas resilientes, reforestación y conservación de agua. Estas iniciativas no solo fortalecen la capacidad de las comunidades para enfrentar el cambio climático, sino que también promueven la igualdad al mejorar las oportunidades para las mujeres en áreas rurales. Además, la FAO reporta que en África subsahariana, donde la seguridad alimentaria depende en gran medida de la agricultura de subsistencia, la reducción de la producción de alimentos debido a sequías ha afectado especialmente a familias lideradas por mujeres, destacando la necesidad de programas inclusivos y con perspectiva feminista para combatir esta crisis.
Conclusión
El cambio climático es una amenaza global que exige respuestas feministas. Los eventos de clima extremo afectan a toda la población, pero las mujeres experimentamos un impacto diferencial debido a desigualdades estructurales como pobreza, desigualdad en el acceso a recursos y el estar más expuestas a situaciones de violencia. Reconocer estas desigualdades es fundamental para crear políticas y programas de adaptación más efectivos e inclusivos y protejan a las comunidades más vulnerables. Es esencial que los líderes mundiales y las organizaciones internacionales entiendan que es necesario que las mujeres lideren las estrategias climáticas y no solo se queden como beneficiarias.