Maternidad encarcelada en América Latina: La exposición de los hijos e hijas al encarcelamiento 

El aumento de la población penal femenina en América Latina constituye un desafío constante especialmente para los centros penitenciarios que continúan manteniendo una política de invisibilización frente a las necesidades de la población carcelaria femenina

por Silvia Sánchez

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Por Silvia Sánchez Barahona

El aumento de la población penal femenina en América Latina constituye un desafío constante para las instituciones, especialmente para los centros penitenciarios que continúan manteniendo una política de invisibilización frente a las necesidades -médicas, físicas, emocionales y sociales- que representa la población carcelaria femenina. Estos desafíos aumentan ante el alto porcentaje de mujeres encarceladas que son madres, especialmente de cara a las políticas de reinserción social por la doble estigmatización que sufren las mujeres encarceladas y las consecuencias del encarcelamiento que repercuten directamente en sus hijos e hijas. 

Al consultar diversos estudios enfocados en esta temática, la mayoría de los hallazgos de referencia sugiere que la maternidad tras las rejas y la situación de niñez es un problema grave que va en aumento y que ha sido poco estudiado a pesar de que los efectos negativos de esta problemática son evidentes. Las mujeres encarceladas experimentan sentimientos de culpa, angustia y preocupación por el bienestar de sus hijos e hijas, por la imposibilidad real de poder ejercer su rol materno y porque en muchos casos las mujeres eran el sostén económico del hogar. 

En América Latina, las mujeres privadas de libertad son en su mayoría mujeres pobres y de minorías étnicas que son sometidas a sistemas carcelarios con graves problemas estructurales y cuyo diseño no obedece al de un sistema con visión de género: hacinamiento, infraestructura física inadecuada, falta de higiene, violencia institucional, discriminación, pocas actividades de reinserción social, atención médica obstétrica deficiente, entre otros factores. Además, para las mujeres la prisión representa un espacio opresivo y discriminador, en el que se reproducen concepciones sociales doblemente estigmatizadoras cuyas consecuencias repercuten en su familia. Las prisiones fueron creadas como órganos de control social, dirigidos y regidos por hombres, relegando la condición de mujer a un segundo plano. De ahí que la sanción que reciben las mujeres como resultado de su participación en actividades delictivas arrastra además el castigo moral impuesto por la sociedad debido al rol asignado y asumido por las mujeres a lo largo del tiempo.

En este contexto no podemos obviar que el encarcelamiento tiene un impacto profundo y múltiple en los hijos e hijas de las mujeres encarceladas, pues si bien es cierto las madres y sus hijos e hijas necesitan mantener ese vínculo afectivo y emocional, también lo es que la cárcel vulnera los derechos de estos menores por cuanto son cometidos a un ambiente hostil contra su voluntad que afecta su salud mental y los expone a riesgos en su desarrollo psicosocial, psicomotor y a enfermedades contagiosas.

En países en los que está permitida la convivencia de los lactantes con sus madres dentro de la prisión o en aquellos donde los menores crecen en entornos de encarcelamiento, la cárcel se percibe como un entorno cotidiano en el cual los menores van creciendo y habituándose y eventualmente llegarán a reproducir en sus relaciones sociales fuera de la cárcel. El encarcelamiento de la madre puede desencadenar problemas psicosociales en los hijos e hijas, sentimientos de angustia, depresión, trastornos conductuales ligados a la conducta agresiva, problemas de sueño y/o alimenticios, huidas del hogar y ausentismo escolar o bajo rendimiento académico en la escuela, e incluso la incursión en la delincuencia. 

El mero hecho de ser madre en una cárcel representa no sólo el inconveniente de no contar con un espacio propio o los obstáculos para estar en contacto con sus hijos e hijas a tiempo completo, sino que también implica soportar el riesgo de ver obstaculizada su rol de madre dentro del mismo sistema parental, ya sea porque los hijos e hijas son dejados al cuidado de terceros o al cuidado de instituciones estatales. Esto genera a su vez un círculo de desprotección y vulnerabilidad en los menores, especialmente en los y las adolescentes, para quienes el encarcelamiento de sus madres puede representar una ruptura o desvinculación familiar abrupta que puede desencadenar en su incursión en actividades de riesgo ante la ausencia de la madre como cabeza de familia. 

A pesar de la complejidad del tema expuesto y la escasa información sobre la población penal femenina en Latinoamérica, algunos países de la región han tomado la iniciativa de diseñar programas dirigidos a las madres encarceladas para darle más visibilidad a la situación de vulnerabilidad y exclusión que viven los hijos e hijas de las madres encarceladas.

Ejemplo de ello ha sido la iniciativa Si yo fuera juez, puesta en marcha en el 2018 por la ONG En Marcha y el Poder Judicial de Chile, donde participaron cerca de 50 hijos e hijas con sus madres privadas de libertad y que permitió a los menores ser escuchados por el sistema de justicia. Este programa permitió la creación de salas de despedida, donde los niños, niñas y adolescentes podían despedirse de sus madres o familiares encarcelados y recibir una explicación adecuada de la situación en la que se encontraban, disminuyendo con ello el impacto de la separación de una familiar.

A pesar de la importancia de iniciativas como esta, falta mucho por hacer en el abordaje y estudio de esta problemática, empezando por la construcción de puentes que permitan el trabajo colaborativo y conjunto de las organizaciones de la sociedad civil y las instituciones públicas para garantizar el desarrollo pleno de los menores con madres encarceladas en entornos seguros, sanos e integradores.

 

Bibiliografía

Sanhueza Guillermo E., Sánchez Carolina. Maternidad y cárcel en Sudamérica: una niñez casi invisible y con mínimos cuidados. Revista CUHSO. JULIO 2022 • ISSN 2452-610X – VOL.32 • NÚM. 1• PÁGS. 152 -173. www.cuhso.uct.cl 

Pavez Pedraza, Nayen et al. Percepción frente a un eventual ingreso al ciclo delictivo de hijos/as adolescentes. Madres Privadas de Libertad. Revista Estudios Criminológicos y Penitenciarios Año IX – Junio 2009

Garibaldi Revoir, C. (2019). Derecho(s) generizados. Encrucijadas morales y legales para pensar la maternidad en la cárcel. Revista Descentrada, 3(2), e086. https://doi.org/10.24215/25457284e086

 

Artículo publicado también en https://orcid.org/0000-0003-2634-8171

Foto de Dick Luria desde Photo Images. 

La opinión de la autora no compromete la posición institucional de Amassuru

Las opiniones aquí vertidas son responsabilidad exclusiva de su autora y no necesariamente representan la postura de La Costilla Rota.

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