#DíaNacionaldelCáncerCervicouterino Se ha demostrado científicamente que el índice de pobreza hace variar la mortalidad en más de 52%

El cáncer cervicouterino (CaCu) sigue siendo un importante problema de salud pública en México, pero no se previene. Se ubica entre las principales causas de muerte de las mujeres mexicanas y cuando se detecta y atiende es curable hasta en 90% de los casos

por La Costilla Rota

Por Libertad López

LaCostillaRota/SemMéxico, Ciudad de México, 09 de agosto, 2023.- En México, para 2020 el cáncer cervicouterino es el segundo más diagnosticado y la segunda causa de muerte en mujeres, con un estimado de 9 mil 439 nuevos casos y 4 mil 335 muertes, según un informe de Rafael Medrano Guzmán, director general del Hospital de Oncología, del Centro Médico Nacional del IMSS.

Una forma de prevenirlo es la vacunación en niñas del Papiloma Humano, no obstante México ocupa el último lugar de 27 países en América y el Caribe en la vacunación a niñas y niños contra las infecciones por el Virus del Papiloma Humano (VPH) que provocan en ellas el desarrollo de cáncer de cuello uterino, reporta la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Aquí los tumores malignos fueron la cuarta causa de muerte entre las mujeres.

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La información fue brindada por un informe sobre mortalidad publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en julio de 2022. Esto, detrás de las enfermedades del corazón, y la diabetes mellitus, que ocupan el primer, segundo y tercer lugar, respectivamente

El funcionario dijo que se estima que en el mundo hay alrededor de 604 mil 127 casos de cáncer cervicouterino, así como 341 mil 831 muertes, lo que lo ubica como el cuarto tipo de cáncer más frecuente y en muertes por esta enfermedad entre mujeres.

Las tasas siguen siendo altas en los países desarrollados respecto a los subdesarrollados (incidencia: 18.8 contra 11.3 por 100 mil; mortalidad: 12.4 contra. 5.2 por 100 mil).

Las tasas han disminuido en la mayoría de las regiones del mundo durante las últimas décadas por el aumento de los niveles socioeconómicos, la disminución del riesgo de infección persistente por el Virus del Papiloma Humano (VPH) y las actividades continuas de detección temprana.

En México, para 2020 el cáncer cervicouterino es el segundo más diagnosticado y la segunda causa de muerte en mujeres, con un estimado de 9 mil 439 nuevos casos y 4 mil 335 muertes. Una tasa de incidencia de 12.6 y de mortalidad de 5.7 por 100 mil, aunque con respecto a 2012 se observa una disminución importante en la incidencia.

En el IMSS se ha implementado la estrategia PrevenIMSS que, entre otras cosas, atiende la salud reproductiva, incluyendo la detección oportuna del cáncer cervicouterino a través del tamizaje con el papanicolau a partir de los 25 años, cada tres años después de dos detecciones anuales con resultado normal.

La cobertura de tamizaje de primera vez en mujeres entre 25 y 64 años para 2020 fue de 10.9 por ciento.

La Unidad Médica de Alta Especialidad Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional Siglo XXI es un centro de referencia con una capacidad de tecnología y máxima resolución diagnóstica y terapéutica. Recibe alrededor de 12 mil pacientes y desde hace 10 años el número se ha incrementado en más de 45 por ciento.

Dentro de los registros hospitalarios, el cáncer cervicouterino es además la séptima causa de atención, con 577 casos. Antes de 2017, se observaba una tendencia al decremento, pero a partir de 2018 los casos aumentaron de forma importante.

La Organización Mundial de la Salud recomienda la vacunación de dos dosis en niñas de nueve a 13 años, como parte de una estrategia eficaz y el tamizaje de mujeres de 30 a 49 años. El virus del papiloma humano con 12 tipos oncogénicos es una de las causas más frecuentes para este cáncer, pero no la única. Otros factores de incidencia son: infecciones de transmisión sexual como VIH y Chlamydia trachomatis, tabaquismo, alto número de partos y uso de anticonceptivos orales por largo tiempo.

Dentro del segmento de tumores malignos, el cervicouterino es el segundo tipo de cáncer más frecuente en mujeres mexicanas en edad reproductiva. Atrás del cáncer de mama que ocupa el primer lugar. Según cifras del Instituto Nacional de Cancerología (INcan), cada año se registran aproximadamente 10 mil nuevos casos de CaCu, lo que provoca entre 5.000 y 5.500 muertes.

Medrano Guzmán, informó en un artículo publicado en la revista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) dijo que detectó mil 155 casos nuevos y mil 59 defunciones con una tasa de incidencia de 2.26 por 100.000 y una tasa de mortalidad de 5.23 por 100.000.

CaCu en México

El responsable de una de las instituciones más importantes en la lucha contra el cáncer en México afirmó que “se ha demostrado científicamente que el índice de pobreza en las regiones hace variar la mortalidad en más de 52%”.

Asimismo, estimó que en el mundo existen alrededor de 604 mil 127 casos de cáncer cervicouterino, así como 341.831 muertes, “lo que lo ubica como el cuarto tipo de cáncer más frecuente y en muertes por esta enfermedad entre mujeres”.

Micaela vs. CaCu

Para contrarrestar los efectos negativos que este problema de salud pública provoca en México, sobre todo en la población más vulnerable, a finales de 2017, el Instituto Nacional de Cancerología puso en marcha el Modelo Integral para la Atención, Investigación, Difusión y Capacitación del Cáncer Cervicouterino en sus Diferentes Etapas, conocido con el acrónimo Micaela, con el que se brinda atención protocolizada, integral, individualizada y de vanguardia a mujeres que padecen este tipo de enfermedad y no cuentan con seguridad social.

Las pacientes del programa Micaela tienen acceso a esquemas individualizados de tratamiento oncológico, de acuerdo a su perfil particular. También a consultas médicas enfocadas a identificar a las pacientes en riesgo de desnutrición o desnutridas antes, durante o después del tratamiento oncológico.

De igual manera, reciben tamizaje individualizado para detectar riesgos de distrés emocional y atención psicológica cuando así lo requieran; además de atención especializada en el manejo del dolor con tratamientos algológicos.

Con este programa se atienden entre 700 y 900 mujeres al año, la mitad de ellas son nuevos casos.

Este e este modelo de atención busca mejorar la calidad de vida de las pacientes. “Además de su pronóstico a corto y largo plazo con medicamentos innovadores y altamente especializados”. Y agregó: “También ofrecer atención integral con un grupo multidisciplinario de las áreas de ginecología oncológica, cirugía oncológica, oncología médica, radiooncología, nutrición, psicooncología y clínica del dolor”.

Difusión de información y conocimiento

Micaela fortalece la prevención primaria, mediante difusión de información sobre esta enfermedad, su prevención y capacitación del personal de salud. Asimismo, se promueve la prevención secundaria, es decir, la detección oportuna para lograr la curación de entre 90 y 95 por ciento de las pacientes.

Cabe resaltar que la página electrónica del programa Micaela (https://programamicaela.org) tiene un apartado denominado “Investigando el CaCu” donde son publicados protocolos científicos de investigaciones en curso, consensos publicados en revistas especializadas y artículos médicos relacionados con esta enfermedad.

Además, se encuentran guías para integrarse al programa y para entender cómo se previene, contrae, diagnóstica y atiende el CaCu; también existe amplia información acerca de los cuidados alimenticios, del dolor y emocionales que debe tener cada paciente en su domicilio.

Detección y vacunación

Para la doctora Lucely Cetina Pérez, la vacunación y la detección oportuna son las armas más importantes para combatir el CaCu.
Cetina Pérez resaltó en una entrevista para Gaceta UNAM que las mujeres deben efectuarse la prueba de papanicolau por lo menos una vez al año. “En el caso de las menores, deben acudir tres o cuatro años después del inicio de la vida sexual y tener vigilancia médica cercana”.

En México, la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) se aplica de manera gratuita solo a niñas. “Pero en otros países existe también la posibilidad de realizarla en varones. Para ellos se previene el cáncer anal y de pene, así como algunas verrugas anogenitales y orofaríngeas en ambos sexos”, explicó la especialista.

Recomendó vacunar a las menores a partir de los nueve años de edad. “Y las jóvenes de hasta 23 años que no han sido vacunadas es recomendable que lo hagan, aunque hayan tenido exposición al virus. En los varones lo adecuado es a partir de los 13 años”.

Fuentes:

Dra. Lucely del Carmen Cetina Pérez

Dr. Rafael Medrano Guzmán

Inegi: https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2022/dr/dr2021_07.pdf

IMSS: https://www.gob.mx/imss/es/articulos/epidemiologia-del-cancer-cervicouterino

https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/751739/sem30.pdf

Boletín Secretaría de Salud: https://www.gob.mx/salud/prensa/388-con-programa-micaela-incan-atiende-al-ano-entre-700-y-900-mujeres-por-cancer-cervicouterino?idiom=es

Nota publicada en SEM México

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